El discipulado es el proceso de crecer en nuestra relación con Jesús, aprendiendo a vivir según sus enseñanzas y principios. Implica un compromiso de seguir a Jesús en todos los aspectos de nuestra vida, permitiendo que su verdad y amor transformen nuestro corazón y mente.

El objetivo del discipulado es profundizar en la comprensión de la Palabra de Dios, desarrollar una relación más íntima con Jesús, aprender a vivir según los principios bíblicos, crear un estilo de vida que refleje la fe y los valores cristianos, y convertirse en un discípulo que hace discípulos. Al hacerlo, podemos experimentar un crecimiento espiritual y madurez, una mayor comprensión de la Palabra de Dios, una transformación en nuestra vida y relaciones, una mayor intimidad con Jesús y un impacto en la vida de otros.

Para alcanzar estos objetivos, podemos practicar el discipulado de diversas maneras, como leer y estudiar la Biblia regularmente, participar en grupos de discipulado, aprender de mentores y líderes espirituales, practicar la obediencia a la Palabra de Dios y compartir nuestra fe con otros.